Cómo cuidar un gato recién nacido
Los gatos recién nacidos son unos animales muy indefensos, nacen sordos y no abren los ojos hasta 2 semanas después, así que depende totalmente de sus madres. No solo eso, los gatos recién nacidos no son capaces de regular su temperatura corporal solos y no pueden orinar ni defecar sin estimulación.
La naturaleza es sabia y las madres saben cómo cuidar a su camada de gatos. Sin embargo, el papel de las personas puede llegar a ser muy importante para que puedan sobrevivir durante las primeras semanas de vida, especialmente para cuidar gatos recién nacidos si no están con su madre.
Cómo cuidar a un gato recién nacido con su madre
Como ya te hemos contado, los gatos recién nacidos permanecen sordos y no abren los ojos durante las dos primeras semanas de vida, por lo que dependen totalmente de la madre para poder sobrevivir.
Además, los gatos recién nacidos no son capaces de regular su temperatura corporal por si mismos y tampoco pueden orinar ni defecar sin la estimulación adecuada. Por ello, es necesario que la madre, durante el primer mes, mantenga caliente a su cría y lama la zona anogenital para que haga sus necesidades con normalidad.
Por todo ello, es muy importante que los gatitos permanezcan con sus madres, al menos, durante las primeras 6 semanas, ya que cuando un gato recién nacido está con su madre todo es mucho más sencillo ya que es ella la que se encarga de los cuidados básicos.
Aunque es la madre la que se ocupa del cuidado, nosotros tendremos que estar comprobar que los gatitos pueden mamar de su madre y se están alimentando, ya que esa primera leche (calostro) es muy importante para el desarrollo de su sistema inmune y es esencial esas primeras semanas.
Pese a que la naturaleza sigue su curso, es importante que los gatos recién nacidos sean revisados por un veterinario, tengan un lugar tranquilo, que su peso sea controlado y comprobar que maman correctamente.
Cómo cuidar gatos recién nacidos sin madre
Un gato recién nacido o un gato con dos semanas o un mes es un gatito bebé y, como tal, necesita atenciones 24 horas al día durante los 7 días de la semana. Si el gatito no está con su madre, la tarea se complica pero pueden sobrevivir sin su madre y debes seguir los siguientes consejos para cuidar un gatito bebe:
Busca un lugar cálido y tranquilo
Hay que elegir un sitio cálido y tranquilo, sin ningún peligro posible y que puedas vigilar frecuentemente y un lugar donde no pasen frio y podamos poner toallas para poder apoyarse y que no estén en contacto con el suelo o una manta para cubrirlos en el caso que hiciera mucho frio, pero dejando un espacio para que puedan respirar.
Otro aspecto que tienes que tener en cuenta es la humedad de la estancia que debe encontrarse en torno al 60%, para ello puedes colocar algunos cuencos con agua alrededor del lugar donde están los gatitos, para mantener las mucosas bucales y respiratorias del gatito bien hidratadas.
Los gatos son animales curiosos y ágiles, incluso recién nacidos, por lo que para el transporte resultan especialmente útiles las cajas o los trasportines.
Mantén la temperatura apropiada
Ya hemos comentado que los gatos recién nacidos no pueden regular su temperatura y, sin su madre, no tienen ayuda. Esta labor te corresponde, así que asegúrate de que la habitación esté entre los 29 y los 32 grados centígrados. Las bolsas de agua, los calefactores y las mantas ayudan, pero a partir de la cuarta semana la temperatura deberá estar en los 23 grados.
Cuida la alimentación y controla su peso
Las pautas de alimentación deberán dártelas un veterinario, ya que necesitan leche especial para gatos recién nacidos. Su primera semana se alimentan cada 2 o 4 horas incluidas las noches y la leche debe estar a 38 grados, luego las tomas se espacian.
Para darle de mamar al gatito, es mejor colocarlo de la misma forma que estaría si su madre lo estuviera amamantando.
El peso es otro factor que tienes que cuidar, ya que, si la gata madre ha recibido una alimentación inadecuada durante la gestación, el peso de los gatos recién nacidos puede verse afectado, por lo que es un factor de riesgo para los gatos recién nacidos ya que pueden sufrir más enfermedades.
El peso de un gato recién nacido pesa en torno a los 100 gramos y debe ganar entre 15 y 30 gramos al día durante el primer mes, una vez pasado el primer mes ira aumentando el peso entre 50 y 100 gramos a la semana, independientemente de si es macho o hembra. Si vemos que los gatos recién nacidos no aumentan de peso o disminuyen, debemos acudir al veterinario para que puede ver la causa como puede ser una alimentación insuficiente.
No descuides la etapa del destete
Los gatos recién nacidos regulan su temperatura entre la semana 3 y la 8 y, además, empiezan a salirles los dientes. Esto es síntoma de que pueden empezar a ingerir alimentos sólidos adecuados a ellos combinados con la leche del biberón. Cada vez tomarán menos leche y más alimentos sólidos. Tras el destete, hay que acudir al veterinario para seguir las pautas.
Cuida la higiene de los gatos
Ya sabemos que los gatos recién nacidos necesitan estimulación para hacer sus necesidades. Tras cada toma, hay que coger una toallita o una gasa húmeda y acariciar la zona anogenital. El estreñimiento es un problema frecuente así que, si el gatito no defeca en un día y medio, hay que llevarlo al veterinario.
Además, si el gato convive con sus hermanos, es frecuente que se moje con los orines de los otros gatos, por lo que es importante mantener a los gatos limpios y secos para que no pierdan temperatura corporal.
Aprender a relacionarse
Durante las primeras semanas, los gatos aprenden a relacionarse. Es importante que pasen tiempo con sus hermanos para que sepan tratar con los de su especie, pero no siempre es posible. Para su socialización general hay que acariciarlos, exponerlos a ruidos y a lugares diferentes de la casa, a otros animales con los que vayan a convivir…
Las madres son fundamentales, pero también es posible saber cómo cuidar gatos recién nacidos cuando eso no es posible. Ante cualquier duda, contacta con expertos y veterinarios. Lograrás criar a un gatito sano y feliz.